Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto está ubicado en una zona residencial de Santiago a los pies de la Cordillera de Los Andes. El terreno se ubica en la ladera oriente de un pequeño cerro isla, que enfrenta la cordillera a pocos kilómetros, creando una relación de frontalidad y una percepción de amplitud, poco habituales desde el nivel de la ciudad. Esta presencia poderosa de la cordillera, junto a una topografía de una acentuada pendiente, son las condición matrices para el desarrollo del proyecto. La casa se dispone en la pendiente en dos niveles, la cubierta del volumen superior está a nivel con la calle, construyendo una espacialidad que esconde la volumetría de la casa y regala al espacio público una vinculación con la cordillera. Esto se acentúa con un espejo de agua sobre esta cubierta, que refleja la cordillera hacia el acceso del terreno, transformándola en la fachada principal de la casa. En el nivel superior se disponen los espacios mas públicos de la casa, el volumen se plantea suspendido, a lo ancho del terreno, permitiendo que el espacio principal de la casa, tenga una vista completamente abierta a Los Andes. Este foco en la lejanía se equilibra con una serie de lucarnas de acero pintado de colores, que aportan iluminación natural en la tarde y buscan construir ciertos puntos focales en el espacio interior del estar-comedor y la cocina.
Este volumen se apoya en una barra dispuesta contra el medianero sur en el sentido de la pendiente, que contiene los dormitorios de la casa, y en un muro portante hacia el norte. Entre ambos se desarrolla un espacio exterior que permite reconocer la topografía original del terreno, y se proyecta hacia el paisaje, pasando libre por debajo del volumen público. En este espacio, muy vinculado a la casa, se suceden el patio de acceso, un estar cubierto vinculado al estar familiar, una zona de jardín, y la piscina. En el volumen inferior los dormitorios de los niños y el estar familiar se vinculan a este espacio exterior y el dormitorio principal se proyecta hacia la vista de la cordillera, ganando cierta independencia. Su cubierta jardín sirve como espacio exterior para el estar comedor, y lo comunica a través de una escalera con el terreno y el espacio de la piscina.
Materialmente la casa busca un marco de neutralidad en el estuco blanco, que encierra planos de agua, vegetación, hormigón negro, y madera; y resalta carpinterías de acero en barandas, ventanas y lucarnas.